La galaxia más cercana al sistema solar y con la que chocaremos en unos 4 mil millones de años ya se ha comido otras galaxias con anterioridad.
Según pistas en sus huellas químicas, esta estrella procede de otra galaxia enana del vecindario de la Vía Láctea.
Estas extrañas nebulosas, formada por gases y polvo cósmico, podrían ambientar cualquier película de terror.
Este centro se ha hecho famoso por sus logros en la observación de neutrinos espaciales y por el estudio de las teorías de Unificación de partículas.
Estos restos guardaban una sorpresa en su interior, una escondida estrella de neutrones