La noche del 3 al 4 de enero será el mejor momento para ver la lluvia de estrellas, ya que la ausencia de Luna permitirá observar los meteoros más débiles.
03 January 2023
Junto con las Gemínidas, que pudimos disfrutar en diciembre, y las Perseidas en agosto, hay otra gran lluvia de estrellas a lo largo del año que los aficionados al cielo tienen marcada con rojo en su agenda: Las Cuadrántidas, la primera gran lluvia de estrellas del año.
Las Cuadrántidas 2023 son casi un regalo de navidad, ya que esta lluvia de estrellas tiene su actividad entre el 28 de diciembre y el 12 de enero, pero muestran su pico de actividad la primera semana de enero. Para 2022, el máximo se espera a las 20:40 UT del 3 de enero. Por tanto, en Europa, la noche del 3 al 4 de enero será el mejor momento para su observación. Aunque será preciso esperar hasta la madrugada del día 4 de enero, momento en que la constelación del Boyero se encontrará alta en el cielo.
La noche del 3 al 4 de enero, además, será un momento óptimo para la observación de esta lluvia de estrellas, ya que la ausencia de Luna permitirá ver incluso los meteoros más débiles.
Debido a que el radiante -punto del cielo donde parecen “nacer” los meteoros- se encuentra localizado cerca de la Osa Mayor -concretamente en la constelación del Boyero, que ocupa parte de la desaparecida Quadrans Muralis de ahí su nombre- apenas se podrán ver Cuadrántidas desde el hemisferio Sur.
La actividad de Las Cuadrántidas se espera que siga el promedio de todos los años, los 100 meteoros por hora, algunos de ellos bastante brillantes si estamos situados en un lugar oscuro y con horizontes despejados. Se espera que la actividad final de meteoros alcance una media de uno cada cuatro minutos.
Las llamadas estrellas fugaces son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. La corriente de partículas resultante (llamados meteoroides), debido al deshielo producido por el calor solar, se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por la Tierra en su órbita alrededor del Sol.
Durante este encuentro, las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros. Sin embargo, según explica el Instituto de Astrofísica de Canarias, esto es cierto para la mayoría de lluvias, pero no para las Cuadrántidas ni las Gemínidas, debido a que no existe ningún cometa que coincida con la trayectoria de la nube de "escombros". Los progenitores son Asteroides, 3200 Phaeton en el caso de las Gemínidas y 2003 EH para las Cuadrántidas.
La lluvia de meteoros Cuadrántida no es tan conocida como otras lluvias de meteoritos como las Gemínidas o las Perseidas, porque los meteoros son más débiles y más fáciles de perder de vista. Pese a todo, pueden producir bolas de fuego con colas lo suficientemente brillantes para dejar marcadas las sendas de los meteoros a través del cielo.