Comenzamos el año movidito astronómicamente: Las Cuadrántidas dan la bienvenida a enero, alcanzamos el perihelio ¡y mucho más!
28 December 2022 | Fuente: Orión Madrid
Ya llegó el invierno y por fin la época con más magia e ilusión del año… Después de un otoño difícil, cargado de nubes y lluvias que nos tienen comiéndonos las uñas a todos los amantes de la astronomía, esperamos que el próximo mes de Enero, nos de una tregua ya que, serán muchos e interesantes los eventos astronómicos en nuestros cielos nocturnos!
Comenzaremos el mes con la luna bastante crecida, en torno al 75% de iluminación, ideal para comenzar el año con una bonita observación. Seguirá su crecimiento habitual hasta llegar a la fase llena el día de los Reyes Magos.
Esta Luna llena es conocida como la Luna del Lobo, ya que era durante las frías noches del invierno cuando en las aldeas de Europa y América del Norte más se escuchaban los aullidos en el silencio de la noche… Aunque también es conocida por otros nombres en el hemisferio sur como, la Luna del heno, del ciervo, el trueno o de aguamiel. Todos estos nombres siempre vienen inspirados por la cultura popular de nuestros antepasados, como sabemos.
A partir de ahí comenzará a menguar hasta llegar a su fase nueva el día 21, momento ideal para los amantes de la observación y fotografía de cielo profundo, porque por fin tendremos el magnífico cúmulo estelar abierto del Pesebre (Messier 44), situado en la constelación de Cancer a tiro para poder disfrutarlo al máximo, al estar situado en la eclíptica por norma general siempre nos lo enturbia, en cierta medida, el brillo de la Luna.
También podremos aprovechar para admirar y fotografiar otro de los cúmulos abiertos fugaces durante el invierno, catalogado como Messier 47 en la constelación de Puppis.
Uno de los eventos astronómicos imprescindibles da la bienvenida as enero de 2023. Comenzamos el año con una de las lluvias de estrellas más activas del año, las Cuadrántidas. Con hasta 120 meteoros por hora entrando en nuestra atmósfera a una velocidad de 41km/s tienen su procedencia del asteroide 2003 EH1, directamente relacionado con el cometa extinto C1490-Y1, con su radiante entre las constelaciones del Boyero, Osa Mayor y Dragón… en la zona donde se ubicaba la antigua constelación de Quadrans Muralis, actualmente no reconocida por la Unión Astronómica Internacional.
Esta lluvia de estrellas tiene su actividad entre el 28 de diciembre y el 12 de enero, teniendo su punto de máxima actividad el 3 y 4 de enero.
La elipse que describe la órbita de la Tierra alrededor del Sol, es responsable de que no estemos siempre a la misma distancia de nuestra estrella… Y es el 4 de enero cuando alcanzamos el punto de máxima aproximación con el astro rey (147,10 mill. de km.), llamado perihelio.
Puede resultar extraño encontrarse en el punto más próximo al Sol y coincidir con el invierno (hemisferio norte) pero recordemos que las estaciones vienen dadas por la inclinación de nuestro eje de rotación y el ángulo de incidencia con el que recibimos su radiación.
Como cada mes la coincidencia en el plano eclíptico y las diferentes velocidades orbitales de los planetas y nuestro satélite, nos otorgan uniones de los astros de nuestro Sistema Solar, desde nuestra perspectiva, dignos de contemplar…
Acabando el primer mes del año tendremos varios de estos encuentros de la Luna con planetas como Mercurio (20 enero), Saturno y Venus (23 enero), Júpiter (26 enero) y Marte (31 enero) que además nos brindará una nueva ocultación, como la del pasado mes de diciembre.
También podremos disfrutar de la conjunción entre Venus y Saturno el próximo 22 de enero.
Para los “frikis” y valientes aficionados a la astronomía visual y astrofotografía que no temen a las bajas temperaturas del invierno, aprovechando los limpios cielos invernales (si las nubes lo permiten) será el momento perfecto para inmortalizar en nuestras retinas y objetivos objetos de cielo profundo tales como el asteroide 2Pallas, situado en el cinturón de asteroides, que se encontrará en oposición el 16 de enero y otros objetos característicos del invierno como la amplia variedad de nebulosas próximas a la constelación de Orión o el atractivo triplete de galaxias de Leo que ya irán alcanzando una altura “decente” a finales de mes coincidiendo con la fase de Luna Nueva.
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