Pero alguno de sus hermanos, como Mars 2020 o ExoMars, podrían hacerlo dentro de unos pocos años
11 June 2018 | Fuente: NASA/ Space.com
Hace unos días, los científicos de la misión Curiosity sacudía al mundo con un gancho astrobiológico. El rover, anunciaron, había detectado moléculas orgánicas en antiguas rocas del planeta rojo e identificado un ciclo estacional en la concentración de metano atmosférico, lo que sugiere que el gas se está filtrando de depósitos subterráneos.
Esto es algo emocionante ya que los compuestos orgánicos son los ladrillos de la vida sustentada en el carbono tal como la conocemos, y alrededor del 95% del metano en el aire de la Tierra es emitido por microbios y otros organismos. Aún así, ninguno de los hallazgos constituyen evidencia de vida, tal y como los miembros del equipo Curiosity tuvieron la precaución de hacer hincapié; los compuestos orgánicos y el metano pueden ser producidos por procesos geológicos, y el origen de la materia observada por el Curiosity permanece desconocido.
De hecho, Curiosity no está equipado para buscar vida; su objetivo principal es determinar si Marte alguna vez ha sido capaz de soportar microbios. La misión del rover ha logrado ese objetivo, mostrando que su sitio de aterrizaje, el suelo de un gran cráter llamado Gale, albergaba hace mucho tiempo un sistema potencialmente habitable de lagos y corrientes.
Pero las misiones para buscar vida en Marte están llegando, y pronto. En 2020, la NASA planea lanzar un rover que buscará compuestos orgánicos y buscará signos químicos de la vida en las antiguas rocas del Planeta Rojo. El rover Mars 2020, cuya estructura se basa en gran medida en la del Curiosity, también recogerá y almacenará muestras. A su regreso, los científicos podrían examinarlas en busca de evidencias de marcianos nativos. (Este último párrafo es especulativo porque no hay una misión de recuperación de muestras oficialmente en los libros de la NASA en este momento).
El vehículo ExoMars también está programado para despegar en 2020. Este vehículo también es un buscador de vida, y llevará esta búsqueda las profundidades, utilizando un taladro que puede cavar unos 2 metros hacia abajo. (Al igual que Curiosity, Mars 2020 usará un taladro que puede perforar alrededor de 6 centímetros, en la roca).
"Al hacerlo, podría alejarse del entorno de radiación (marciano), que puede ser muy dañino para las moléculas orgánicas", dijo Jennifer Eigenbrode, científica del Goddard Space Flight Center de la NASA. Recordemos que Marte es golpeado por radiación solar y cósmica, porque carece de un campo magnético global y tiene una atmósfera fina.
"ExoMars podría incluso encontrar cosas que se conserven mejor, lo que permitiría extraer cierta información sobre la fuente" añadió Eigenbrode, quien ha dirigido el estudio de detección de compuestos orgánicos Curiosity recién publicado. Además ExoMars podría arrojar bastante luz sobre los orígenes del metano del planeta rojo, según los expertos.
Nadie sabe, por supuesto, si los microbios u otros organismos han llamado alguna vez a Marte su hogar. Pero los descubrimientos del Curiosity son motivo de cierto optimismo en la NASA.
"Con estos nuevos hallazgos, Marte nos dice que mantengamos el rumbo y sigamos buscando evidencia de vida", decía un representante de la NASA en un comunicado. "Confiamos en que nuestras misiones actuales y próximas harán descubrimientos aún más impresionantes en el planeta rojo".