El cohete portador Ghaem-100 está fabricado por Guardia Revolucionaria y es el primer lanzador de satélites de combustible sólido de tres etapas del país.
25 January 2024
Los Guardianes de la Revolución iraníes lanzaron el sábado pasado un satélite de investigación, según informó un ministro, situándolo en una órbita superior en un nuevo hito de su programa aeroespacial, que se ha enfrentado a las críticas de Occidente.
En los tiempos de guerra que corren, Estados Unidos ha advertido repetidamente a Irán contra este tipo de lanzamientos, alegando que la misma tecnología puede utilizarse para misiles balísticos, incluidos los diseñados para transportar una cabeza nuclear.
En su defensa, la República Islámica dice que sus lanzamientos de satélites y cohetes son sólo para fines civiles o de defensa, negando cualquier ambición de desarrollar una capacidad de armas nucleares.
"El satélite Soraya de la Organización Espacial Iraní... fue lanzado con éxito con el portador de satélites Ghaem-100 del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica", dijo la agencia oficial de noticias IRNA. "Esta es la primera vez que Irán ha colocado con éxito un satélite en órbitas superiores a 500 kilómetros ", añadió.
La agencia de noticias citó al ministro de Telecomunicaciones, Issa Zarepour, diciendo que el satélite, que pesa unos 50 kilogramos, fue puesto en órbita a 750 kilómetros sobre la Tierra.
El cohete portador Ghaem-100 está fabricado por la organización aeroespacial de la poderosa Guardia Revolucionaria y es el primer lanzador de satélites de combustible sólido de tres etapas del país.
Aunque Teherán ha sufrido varios fracasos en el lanzamiento de satélites en el pasado, la puesta en órbita con éxito de su primer satélite militar Nour-1, en abril de 2020, suscitó una dura reprimenda por parte de Estados Unidos. Cabe destacar que también otros gobiernos occidentales han expresado preocupaciones similares sobre el programa aeroespacial iraní.
Teherán ha estado bajo sanciones estadounidenses paralizantes desde la retirada de Washington en 2018 de un acuerdo nuclear histórico que otorgó a Irán un alivio de las sanciones a cambio de restricciones a sus actividades nucleares, diseñadas para evitar que desarrolle un arma nuclear.