Orbitará la Tierra recogiendo datos sobre el aumento del nivel del mar. Su lanzamiento en 2020 será la primera cooperación entre ESA y SpaceX.
18 November 2019
Conocido como el centinela de los océanos, el satélite Sentinel-6 del programa europeo Copérnico, ya ha sido presentado al público. Su misión será medir desde el espacio el aumento del nivel del mar, un indicador del cambio climático en la Tierra. Tras someterse a duras pruebas, será trasladado a Estados Unidos donde será lanzado en noviembre de 2020.
De momento, Sentinel-6 está en la “sala blanca”, un lugar donde el aire contiene muy pocas partículas de polvo, que la empresa IABG tiene en la localidad alemana de Ottorbrunn, cerca de Múnich. Aquí pasará los próximos seis meses probándose a fondo para garantizar que resistirá los rigores del lanzamiento y el duro entorno del espacio durante su vida en órbita alrededor de la Tierra.
Según demostraron misiones anteriores con satélites topográficos oceánicos, como Topex-Poseidon, Jason o Sentinel-3, entre 1993 y 2018 el nivel del mar aumentó en un promedio aproximado de 3,2 mm. Pero lo más alarmante es que esta tasa se ha acelerado en los últimos años. Y actualmente el nivel del mar está aumentando 4,8 mm al año.
Causado principalmente por el calentamiento de las aguas oceánicas, el derretimiento de los glaciares y la disminución de las capas de hielo, el aumento del nivel del mar es una de las consecuencias más graves del cambio climático. Con millones de personas en todo el mundo en riesgo por la subida del nivel de los mares, es esencial continuar midiendo la altura cambiante de la superficie del mar para que se puedan tomar las medidas de mitigación más apropiadas.
El satélite Copernicus Sentinel-6 mapeará hasta el 95% de los océanos de la Tierra cada 10 días. La misión utilizará un altímetro de radar para observar los cambios en la topografía de la superficie del mar con precisión de centímetros, proporcionando información sobre los niveles globales del mar, la velocidad y dirección de las corrientes oceánicas y el almacenamiento de calor oceánico.
Estas mediciones no solo son críticas para monitorear nuestros mares en ascenso, sino también para el pronóstico del clima, la gestión sostenible de los recursos oceánicos, la gestión costera y la protección del medio ambiente, la industria pesquera y mucho más.
El satélite Copernicus Sentinel-6 se lanzará en noviembre de 2020 desde la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California, Estados Unidos, en un Falcon-9. Será la primera vez que la ESA cooperará, a través de la NASA, con el fabricante aeroespacial privado estadounidense SpaceX, fundado en 2002 por Elon Musk.
Los sentinel, siete modelos hasta la fecha, tienen cada uno su propio aspecto, que depende de la misión y el equipamiento que transporten para ella.
En el caso de Sentiniel-6, llama la atención que parece una casa y, una vez en órbita, cuando abra totalmente los paneles solares, recordará la parte superior de un chalet suizo, con su tejado a dos aguas, aunque de color dorado.
Sentinel-6 pesa unas 1,5 toneladas y mide unos cinco metros de largo, pero al mirarlo suspendido no parece muy grande, sobre todo teniendo en cuenta la importante misión que tiene por delante, cuando empiece a orbitar la Tierra a 1.336 kilómetros.
De momento, el satélite ya ha pasado de manera satisfactoria algunas pruebas, aunque deberá seguir siendo testado hasta primavera en las instalaciones de IABB, para que Airbus -contratista principal- verifique que puede soportar las condiciones del despegue y su estancia en el espacio.
Cuando todo esté listo, Sentinel será puesto en contenedor limpio, con temperatura controlada y humedad cercana al 20%, para viajar por carretera a Múnich y de allí, en avión, a Estados Unidos desde donde será lanzado al espacio.
Los Sentinel son una flota de satélites diseñada específicamente para proporcionar abundantes datos e imágenes para el programa Copernicus, de la Comisión Europea.
Este programa único de vigilancia medioambiental, está cambiando drásticamente la forma en que gestionamos nuestro entorno, entendemos y abordamos los efectos del cambio climático y protegemos nuestra vida cotidiana.
Sentinel-6 se realiza gracias a la cooperación entre ESA, NASA, la Comisión Europea, EUMETSAT y NOAA.