A partir del 10 de octubre, una severa tormenta geomagnética G3 ha provocado deslumbrantes auroras boreales en todo el mundo.
Este fenómeno ocurre aproximadamente cada 11 años y marca una etapa importante en el ciclo solar que no supone ningún peligro para la Tierra.
Estas imágenes alucinantes se deben a una erupción solar que se estrelló contra la Tierra el 10 de mayo, provocando una intensa tormenta geomagnética.
Las tormentas solares son perturbaciones del campo magnético de la Tierra causadas por expulsiones de plasma y campos magnéticos de la atmósfera solar.
El rover de la NASA ha logrado captar una gigantesca mancha en el Sol que no será visible desde la Tierra hasta dentro de unos días.
Si hubiera ocurrido hacia nuestro lado, podríamos haber experimentado un evento igual o mayor que la tormenta solar más infame de la historia moderna.