Una búsqueda reciente de SETI encontró un par de pulsos muy rápidos e idénticos que provienen de una estrella a 100 años luz de la Tierra. ¿Qué los causó?
28 May 2025
El 14 de mayo de 2023, el ex científico de la NASA Richard H. Stanton, utilizando un telescopio de 76,2 cm en Big Bear, California, detectó dos pulsos de luz idénticos separados por 4,4 segundos provenientes de la estrella HD 89389, una estrella de tipo F ligeramente más brillante y masiva que el Sol, situada en la constelación de la Osa Mayor, a unos 100 años luz de la Tierra.
Este descubrimiento es parte de un estudio más amplio en el que Stanton ha estado observando más de 1.300 estrellas similares al Sol en busca de señales ópticas que podrían indicar la presencia de tecnología extraterrestre, una rama de la investigación conocida como SETI óptico o LaserSETI.
Lo que hace que estos pulsos sean particularmente intrigantes es su naturaleza idéntica y la rápida sucesión en la que ocurrieron, entre uno y otro. Además, la estrella mostró un patrón de brillo que se intensificó, disminuyó y volvió a intensificarse en solo 0,2 segundos, un comportamiento que no se ha observado previamente en estrellas de este tipo .
Stanton comparó estos pulsos con señales conocidas de aviones, satélites, meteoros, relámpagos y otros fenómenos atmosféricos, pero ninguna coincidía con las características observadas. Esto sugiere que los pulsos podrían tener un origen desconocido, aunque aún no se descartan explicaciones naturales.
Aunque el hallazgo ha despertado inevitablemente el interés del público por la posibilidad de que se trate de una señal artificial enviada por una civilización inteligente, los astrónomos advierten que es esencial considerar primero todas las explicaciones naturales plausibles. Entre las hipótesis más barajadas están fenómenos astrofísicos aún no comprendidos del todo, como posibles pulsaciones inusuales en la atmósfera estelar, interferencias ópticas generadas por objetos en órbita no detectados o incluso efectos relacionados con la instrumentación.
También se ha especulado con la posibilidad de flares estelares de comportamiento atípico o destellos asociados a compañeras estelares no identificadas. Sin embargo, ninguna de estas explicaciones encaja del todo con la precisión, simetría y sincronía temporal de los dos pulsos registrados, lo que hace que el misterio persista.
Por eso, algunos científicos como Richard H. Stanton sugieren no descartar la posibilidad de una tecnofirma: una señal óptica artificial diseñada intencionadamente, quizá para llamar nuestra atención. No sería la primera vez que la ciencia se encuentra ante un fenómeno desconcertante que impulsa avances en nuestra comprensión del universo.
Aunque es tentador pensar en la posibilidad de que estos pulsos sean señales de una civilización extraterrestre, los científicos instan a la cautela. Seth Shostak, astrónomo senior del Instituto SETI, señala que la historia de la astronomía está llena de fenómenos inicialmente inexplicables que luego encontraron explicaciones naturales .
Sin embargo, la peculiaridad de estos pulsos hace que HD 89389 sea una candidata prometedora para futuras observaciones y estudios en la búsqueda de tecnofirmas, es decir, señales de tecnología avanzada en el cosmos.
Los hallazgos de Stanton fueron publicados en la revista Acta Astronautica el 30 de abril de 2025 y se incluirán en el Volumen 233 de agosto de 2025 . Este descubrimiento abre nuevas vías para la investigación en SETI óptico y destaca la importancia de observar fenómenos inusuales con una mente abierta y rigurosidad científica.