La roca de casi 1 metro no causó daños pero sus detección muestra nuestra capacidad cada vez mayor para advertir sobre impactos de asteroides.
La misión DART de la NASA ha sido una prueba para saber si la humanidad podría desviar una roca espacial si fuera a chocar contra la Tierra.
El asteroide 7335 (1989 JA), de 1,8 kilómetros de diámetro, pasa hoy 27 de mayo a más de 4 millones de kilómetros de la Tierra.
Un objeto binario, como al que se dirige Dart, es perfecto para probar la eficacia de este método para desviar asteroides potencialmente peligrosos.