La pandemia de la COVID-19 ha puesto patas arriba el turismo en un puente de diciembre en el que prácticamente todas las comunidades han estado confinadas perimetralmente. La distancia es abismal entre territorios: desde un lleno casi total en los alojamientos rurales en Madrid a un desplome en Cataluña o Aragón. También hay grandes diferencias entre el tipo de alojamiento. Casas rurales o bungalows han vivido un importante auge en las reservas, mientras que los hoteles tradicionales sufren... Ver noticia completa