Un nuevo estudio muestra que los satélites fotobombardean el Hubble arruinando observaciones, afectando a la investigación científica y malgastando dinero.
07 March 2023 | Fuente: Earth and Sky
La basura espacial es una de las mayores preocupaciones para los astrónomos y no es para menos después de comprobar los últimos datos que un nuevo estudio revela. Para ponernos en situación, en los últimos años, el creciente número de satélites en órbita terrestre baja está teniendo efectos perjudiciales para la investigación astronómica. Los satélites Starlink de SpaceX son los más conocidos.
Este reciente estudio muestra que los satélites están fotobombardeando las imágenes del telescopio espacial Hubble con mayor frecuencia, creando largas líneas brillantes conocidas como estelas de satélite a través de las imágenes del Hubble, haciéndolas inutilizables para la investigación científica.
Además, también muestra que las organizaciones están gastando una fracción cada vez mayor de sus presupuestos de investigación en costosas infraestructuras y esfuerzos de mitigación.
Sandor Kruk es el director de la nueva investigación en la que se utilizaron datos hasta 2021. Desde 2021, miles de satélites más han entrado en órbita terrestre baja. Starlink añadió que más de 1.500 satélites entraron solo en 2022 y muchos nuevos satélites siguen lanzándose mensualmente.
Finalmente, la investigación del equipo de Kruk marca las primeras mediciones de contaminación de satélites artificiales en las observaciones del Hubble. El equipo publicó su investigación en la revista revisada por pares Nature Astronomy el 2 de marzo de 2023.
Samantha Lawler, de la Universidad de Regina, tampoco es ajena al tema. En Mastodon, compartió información de CelesTrak que muestra que actualmente hay 5.913 satélites en órbita terrestre baja (ese número cambia constantemente, con el incesante calendario de lanzamientos mensuales de Starlink de SpaceX).
De los miles de satélites que ya están en órbita terrestre baja, el 62% son satélites Starlink. Eso significa que también hay otras empresas y naciones llenando la órbita terrestre baja.
Cuando el telescopio espacial Hubble se lanzó al espacio en 1990, se instaló para sus observaciones científicas a unos 610 km de la superficie de la Tierra. Pero ahora, 33 años después, su órbita se ha degradado hasta situarse a 530 km de la Tierra. Así, mientras que antes estaba por encima de la masa de satélites que orbitan la Tierra, ahora orbita justo por debajo de ellos.
El año pasado, SpaceX anunció un plan para elevar el Hubble a una órbita superior y prolongar así su vida útil. Sin un impulso, la órbita decadente del telescopio espacial acabará quemándose y abandonará la órbita en nuestra atmósfera. Con un impulso, no sólo se alarga la vida del telescopio, sino que se le ayuda a elevarse por encima de los satélites fotobombarderos. Sin embargo, el estudio para salvar al Hubble se encuentra aún en fase teórica.
Y, por supuesto, tal solución sólo ayudará al Hubble, pero no a los cientos de telescopios terrestres que se asoman a los satélites desde la Tierra.