Descubren el planeta más frío jamás observado… y orbita una estrella muerta

Astronomía

Descubren el planeta más frío jamás observado… y orbita una estrella muerta

El telescopio Webb ha detectado un mundo helado orbitando una enana blanca: un exoplaneta que ha sobrevivido a la muerte de su estrella.

El telescopio espacial James Webb (JWST) ha vuelto a sorprendernos. Un equipo de astrónomos ha confirmado, gracias a sus potentes instrumentos, la existencia de un planeta gigante gaseoso extremadamente frío orbitando una enana blanca, el remanente estelar que queda cuando una estrella como el Sol ha agotado su combustible.

Este planeta, conocido como WD 0806-661 b, no es nuevo en el radar de la ciencia: fue detectado por primera vez en 2011. Pero es ahora, con la sensibilidad infrarroja sin precedentes del telescopio Webb, cuando hemos podido confirmar su naturaleza de forma clara. Y lo más sorprendente: su temperatura ronda los 70 °C bajo cero, lo que lo convierte en el planeta más frío jamás descubierto orbitando una estrella muerta.

¿Qué es una enana blanca?

Las enanas blancas son los restos densos y calientes que quedan después de que una estrella similar a nuestro Sol haya agotado su combustible y expulsado sus capas externas. Aunque ya no generan energía por fusión nuclear, conservan una intensa luminosidad debido al calor residual que emiten lentamente al espacio.

En el caso del sistema WD 0806-661, la estrella original fue más masiva que el Sol y su evolución estelar terminó hace miles de millones de años. Ahora, la enana blanca que quedó sigue brillando… y acompañada por un extraño planeta helado.

¿Cómo es WD 0806-661 b?

Este exoplaneta es un gigante gaseoso, con una masa estimada entre 7 y 9 veces la de Júpiter. Se encuentra a una enorme distancia de su estrella, lo que le permite conservar su baja temperatura. Según el estudio publicado en el servidor de preimpresión arXiv por el equipo, liderado por Mary Anne Limbach, de la Universidad de Michigan, este planeta se formó en los días más jóvenes del sistema, cuando su estrella aún brillaba con toda su fuerza.

Con los datos del JWST, los científicos han podido estudiar la atmósfera de este mundo frío con más precisión que nunca. La espectroscopía infrarroja reveló huellas de vapor de agua, metano y posiblemente amoníaco, compuestos comunes en planetas gaseosos pero difíciles de detectar en objetos tan lejanos y fríos.

¿Por qué es un hallazgo importante?

Porque demuestra que los planetas pueden sobrevivir a la muerte de su estrella anfitriona. Cuando una estrella se convierte en una enana blanca, atraviesa una fase violenta de expansión como gigante roja, que suele engullir o alterar a sus planetas cercanos. Sin embargo, WD 0806-661 b sigue ahí, intacto, orbitando a gran distancia, como un fósil viviente del sistema original.

Además, es la primera vez que podemos estudiar tan de cerca un planeta frío de este tipo. Según el equipo de investigación, esto podría ser un avance crucial para comprender cómo evolucionan los sistemas planetarios más allá de la vida de su estrella principal, e incluso qué ocurre con planetas como la Tierra cuando nuestro Sol se extinga dentro de unos 5.000 millones de años.

¡Nuevo descubrimiento! Primeras enanas marrones fuera de la Vía Láctea ¿Podría haber más planetas así?

Según los expertos, sí. Este tipo de planetas fríos, en órbitas lejanas, podrían ser mucho más comunes de lo que pensamos, pero al emitir poca luz y estar tan lejos de su estrella, han sido casi imposibles de detectar hasta ahora. Con la tecnología del telescopio James Webb, que puede ver en el infrarrojo térmico, estamos abriendo una nueva ventana a estos mundos ocultos.

Para saber más

Publicación oficial de la NASA sobre el JWST: NASA Webb Space Telescope

Si eres de los que sueñan con el cosmos y quieren seguir viajando entre estrellas desde la Tierra, ya sabes que aquí en Turismodeestrellas.com te lo contamos todo.